Y tú, ¿Conoces a Miranda?

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Luciana está emocionada, es su primer día de clases en el cuarto grado de primaria. Se despierta muy temprano, se baña, se pone su ropa nueva y espera ansiosa a que la movilidad la recoja de su casa.

Llega la movilidad, Luciana sube y ve a los demás niños con sus uniformes nuevos al igual que ella.No conversa con nadie, está sentada mirando por la ventana, y piensa en cómo será su primer día, si habrán nuevos profesores, asignaturas más difíciles, pero sobretodo, compañeros nuevos.

La movilidad llega al colegio, y la primera en bajar es Luciana, bajó tan deprisa que se tropezó y se estampó la cara contra la vereda, sin embargo, eso no la detiene, se pone de pié y entra a paso veloz por la puerta del colegio saludando con una gran sonrisa a todos.

En la pequeña pérgola cerca a la entrada está su amiga Tatiana, Luciana la ve y corre a saludarla, las dos se abrazan y comentan acerca de sus vacaciones.

Suena el timbre de entrada, las dos se dirigen con sus mochilas al centro del campo de formación. Estando ahí se encuentran con sus demás compañeritos, todos se forman en fila india delante de su nueva tutora y esperan a que el director empiece a hablar. Por momentos los amigos de Luciana voltean a mirarla y sueltan una que otra carcajada por su nuevo corte de cabello, a ella le molesta, pero intenta no hacerles caso.

Una vez terminada la formación, todos los alumnos se dirigen a sus aulas, Luciana entra al B y Tatiana al A, se despiden y se desean suerte.
Ya instalada en su carpeta, se dedica a conversar con sus amigas hasta que llegue la tutora.
Después de casi cinco minutos, entra por la puerta una niña, es gordita y tiene cara de asustada. Todos dirigen su mirada hacia ella, se dan cuenta que es nueva, y Luciana sin pensarlo dos veces le dice –Siéntate aquí!- La alumna nueva camina hasta la carpeta y se sienta a su costado.

-Cómo te llamas?
-Miranda
-Miranda qué?
-Miranda Rodríguez
-Dónde vives?
-En xxxxxxxxx
-¿En serio? Yo vivo a unas cuadras de ahí. Somos casi vecinas!

Luciana está contenta de tener una nueva amiga, ya ni le importa que se hayan reído de ella.

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Es Sábado, Luciana está aburrida y se siente sola. Decide llamar a Miranda para invitarla a jugar. A Miri no la dejan salir, así que Luciana decide ir para allá. Sale de su casa acompañada de su nana y empiezan a buscar la casa de su amiga. Una vez en el parque que le dijo Miranda, buscan la casa verde, Luciana toca el timbre y nadie contesta, - Parece que ahí no vive nadie- dice su nana. –Pero si ella me dijo que era aquí, que raro, hay que llamarla-. Luciana la llama y le dice que no hay nadie, a lo que su amiga responde

-Pero si yo estoy aquí, ¿dónde estás Lu?
-Estoy afuera de tu casa!
-No! Porque estoy mirando por la ventana y no hay nadie! Espera espera, a tu costado hay una persona bajita vestida de blanco?
-Sí!! Es mi nana! Ya me viste?
-Aaaahhh si eres tú, hay Luciana! Estás al otro lado, esa no es mi casa! Tienes que cruzar al otro extremo del parque y esa casa de color verde si es la mía.
-Ah yaya, ya voy para allá entonces.

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Sexto de primaria, por fin llegó el tan esperado viaje a Ica. Tatiana, María, Miranda y Luciana han formado un pequeño grupo, siempre paran juntas de aquí para allá. Las cuatro hacen un pequeño sorteo para ver quién se sienta con quién en el bus. Luciana se sienta con María y Tatiana con Miri.
Muy aparte de eso, los profesores hacen un sorteo para ubicar a los alumnos en distintos dormitorios, a Tatiana y María les toca dormir en una habitación con dos amigas más, y a Luciana y Miranda de igual modo.
Todos sus amigos están más grandes, Miranda está un poco más alta y ha bajado de peso mientras que Luciana solo ha crecido solo un poco y está engordando. Al momento de bañarse en la piscina a Lu le da roche meterse al agua, sus amigos ya han empezado a molestarla. Miranda le dice que no les haga caso, que nade con ella y que se divierta. Luciana asiente con la cabeza y se mete a la piscina.

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Terminó tercero de secundaria , y llegó el intercambio a Alemania. Separan a todos los alumnos en dos colegios distintos, Lu quería estar en el mismo que Miri, pero no se pudo, se comunican cada cierto tiempo y se ven cuando hay algún paseo a Berlin, Münster, o algún otro lugar.
Hay un alemán que llama la atención de Lu, se vuelven muy amigos, a ella le gusta y parece que él también gusta de ella. Luciana está feliz, se lo cuenta a Miranda y ella se alegra mucho por su amiga, le dice que es toda una picarona.

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Luciana está en cuarto de secundaria, hay un profesor nuevo que le está enseñando. A ella le llama la atención, Miri se da cuenta y le dice - Hay Lu! estás loca, es mayor y encima es feo!-.
Llega el día de su confirmación, Lu no sabe que ponerse, nada le queda bien. Una vez en la parroquia, todos se toman las fotos antes de la dichosa ceremonia. Todos salen bien en ellas, Miranda sale muy linda, Luciana no. Sin embargo, Miri le dice que sale bien y le sube el ánimo. También le dice que Carlos (el profesor nuevo) está ahí y la está mirando.

-Coqueeeeta! te está mirando!

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Son vacaciones, Luciana se alegra y al mismo tiempo le da nostalgia porque en unos meses pasará a quinto de secundaria. Quiere verse bien para su último año, decide hacer dieta.
Su dieta se vuelve cada vez más estricta y ella ya no sale de su casa, se siente fea y solo se dedica a hacer mucho ejercicio. La comunicación con Miranda dejó de ser tan frecuente.
Su dieta llegó a un extremo, ahora ya no come nada, solo toma litros y litros de agua. En casa no le dicen nada, así que Lu aprovecha la situación para seguir haciendo lo suyo.

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Empezaron las clases, todos la ven diferente a Lu, le dicen que está muy delgada. Cuando es la hora del recreo se sienta en una banca y se pone a escuchar música. Nadie se le acerca, la única que de vez en cuando se sienta a su costado es Miranda. Ella está preocupada por su amiga, le dice para ir a caminar o hacer algo para aprovechar el recreo, pero Lu parece no tener ganas.
Carlos también está preocupado por ella, así que él decide llevarla a donde un especialista en problemas alimenticios. Miranda se ofrece a acompañarla y eso hace que su amiga se sienta mejor.

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Luciana ya superó casi del todo su problema, todavía se ve gorda, pero ya come y sonríe como antes. Todos sus amigos la quieren, los profesores la aprecian y tiene a su lado a Miranda, quien siempre la escucha y le da ánimos en todo. Ahora Lu ya puede acabar tranquilamente su último año en la escuela.