¿Que tanto miras?

Es de noche, casi las 8 y no hace mucho frío. Me aburrí de estar en mi habitación, decido salir a la terraza, corro las rejas, abro la puerta, y siento el aire nocturno. Tengo puesto un jean, un polo rosado, encima una chamarra, y en los pies unas medias marrones y unas pantuflas del mismo color, finalmente, mi ipod en la mano. Doy unos pasos hasta ese pequeño “techito” de la terraza, me siento bajo de -lo mencionado antes de la coma-, tengo la espalda contra la pared y las rodillas flexionadas, me pongo los audífonos y empiezo a observar…

Hay una señora, parece sentirse observada, mira a sus costados, mira al frente, mira atrás. Tiene una cartera negra y grande colgando de su hombro, qué llevará dentro?, parece pesarle, está inclinada levemente hacia la izquierda, simula la torre de pisa. ¿Sabrá que yo la estoy mirando?

Unos metros más allá hay un chico, está vestido como reggaetonero, lleva una bermuda grande y suelta de color rojo, una camiseta de basquetbolista color amarillo, unas zapatillas inmensas, un gorro verde fosforescente y finalmente, unos audífonos de esos que se han puesto de moda (SkullCandy, Hesh, SkullCrusher, entre otros), parece estar escuchando reggaetón efectivamente, lo noto por la forma de mover la cabeza de un lado para otro, acompañado de una sacudida de hombros, y también un movimiento un poco tosco de cintura, caderas y pelvis. Si así baila en la calle, ¿Cómo bailará en las discotecas?

Por toda la cuadra del frente camina una chica, es bajita, está con una falda negra hasta las rodillas, un abrigo marrón y unos tacos altos. Camina de aquí para allá, de aquí para allá, y así sucesivamente, su paso es rápido, ¿Pensará que alguien la persigue?, ¿Estará escapando de su amigo imaginario?.

También veo un poste, error, no es un poste, es un señor con un terno gris, es muy alto, tiene bigote y lleva un sombrero. Con las manos cruzadas hacia delante sujeta un maletín. No se mueve, no gestiona, no articula, no respira, al menos eso parece. Me recuerda al profesor Jirafales. ¿Ya le habrán dicho antes?, ¿Habrá creado su look intencionalmente para poder parecerse a él?

Alguien mira al señor enternado, es una niña, lleva un uniforme de colegio, es muy curiosa, mira a todas partes en busca de algo que probablemente no sabe qué es, me recuerda a mí. Con su mano sujeta una correa, es de su perro, pero que perrito más raro!, es pequeño, tiene las orejas largas, el hocico hundido y el pelo súper largo, debe ser una mezcla de perro afgano y shitzu. Es muy tranquilo, está sentado al costado de la niña, que bien educado. ¿Realmente será un cruce de los perros que mencioné?

A la niña la acompañan sus padres, por lo menos eso creo. La madre sujeta con su mano una mochila morada de Hannah Montana. El padre parece estar molesto, por momentos voltea a mirar a su esposa para decirle algo, no sé que será, pero mueve los brazos como diciendo: “qué quieres?”, me gustaría saber que le dice, soy una chismosa. ¿Así discutirán siempre?, ¿A la madre también le gustará Hannah Montana?

En la esquina de la cuadra hay una mujer, es joven, yo le pongo veintisiete, es morena y muy bonita, tiene el cabello ondulado, le llega a los hombros, es negro puro. Está con un vestido floreado, es largo, tan largo que a la justas se le ven los dedos de los pies, por eso supondré que lleva sandalias. Pobrecita, debe tener frío, no lleva ningún abrigo. Parece modelo, me recuerda a la de “Habacilar”, o mejor dicho, el actual programa “Canta si puedes”. ¿Será realmente una modelo?

Hay dos chicos, son universitarios, ambos llevan mochilas, uno de ellos carga con una mano su regla “T” y con la otra un maletín de dibujo. Están conversando, parece que hablan de la mujer bonita, por momentos voltean “caletamente” para echarle un ojo. Por qué la mirarán tanto?, porque quieren grabarla en sus mentes traviesas, tal vez querrán hablarle, o quizás les preocupa que esté tan descubierta, quién sabe, solo ellos. ¿Habrá alguna otra razón para mirarla tanto?

Finalmente, veo un hippie, tiene puesto un pantalón ancho, es azul con rayas blancas, su polo es gris y holgado, en los pies trae puestas unas sandalias de playa. Tiene dreads en todo el cabello, le llegan a los codos, me recuerda al que tuve alguna vez cuando se me metió la onda rasta, creo que aún me queda algo, quizás en el fondo de mi corazón. El chico tiene la cara alargada, es blanco y se le ve muy relajado, podría jurar que se fumó un porro. Me pregunto a dónde irá, ¿Irá a encontrarse con más hippies?, ¿Irá a fumarse otro porrito?

En poco tiempo, llega una combi, al parecer todos la estaban esperando. Uno por uno van subiendo y se acomodan en diferentes asientos, extrañamente el perro sube también. La combi arranca y desaparece de mi vista. Ahora yo me pregunto. ¿Los volveré a ver otra vez?