Translate

Embarazo y Maternidad


Por qué decidí ser mamá y sobre todo por qué tan joven?
Bueno, en verdad creo que no hay mucho que explicar más que un: porque así lo quise.


Desde pequeña siempre soñé con ser mamá “joven” aunque no tan joven, siempre tuve en cuenta que por lo menos debía ser madura en el sentido que ya no todo giraría en torno a mí, sino a alguien indefenso que dependería de mí. No solo quería ser mamá joven para disfrutarlos al máximo y compartirles un poco mi espíritu y alma infantil, sino que también quería tener muchos hijos, más de 3.

Con el tiempo me fui dando cuenta que no es solo tener hijos y ya, sino que tener uno, ya acarrea muchísima demanda de tu tiempo, de tu economía, etc. Claro, antes no pensaba en eso porque solo lo veía como un sueño, pero una vez casada con el amor de mi vida, era un hecho que íbamos a crear y formar una familia, pero que no iba a ser tan fácil como lo pensé. Ahí es cuando puse un poco los pies sobre la tierra y me topé con todo lo que conlleva la maternidad.

Jamás me puse a leer sobre el tema, yo sabía que en algún momento tendría a mi primer hijo pero no sabía cómo ni cuándo, solo que llegaría cuando debía. Cuando digo cómo, me refiero a algo espontáneo y no planificado.

El tema de la maternidad es tan amplio y tan interesante, que de haber sabido que existían miles de libros y artículos sobre eso, me hubiera puesto a investigar desde hace muchísimo tiempo.

Para mí, el tener un hijo era solo “esperar a que llegue la cigüeña” (forma bonita de decirle al acto de crear vida), te ponga al bebé en la panza, que automáticamente te crezca la panza y estés así por 9 meses, luego “que te saquen” al bebé y criarlos como tus papás lo hicieron contigo, la misma forma de crianza. Sabía lo básico pero no al detalle.

Nunca pensé que existían formas de planear tu embarazo desde cero; preparación física, mental, espiritual, etc. No se me pasó por la mente que en algún momento del embarazo sentiría a mi bebé pateando desde adentro, y menos, que mi barriga crecería de a pocos, haciéndome parecer los primeros meses, algo subida de peso y no embarazada. No creí tampoco que fuera capaz de subir 20 kilos en 9 meses solo por darme mis “gustitos”. Jamás imaginé que un embarazo podía llegar a interrumpirse naturalmente, o que el bebé podía nacer antes de tiempo, y menos, si era por algún problema.
No cabía dentro de mí, el hecho de que existían distintas formas de crianza para una personita tan pequeña.
Dormir con él o que duerma solo? Cargarlo a cada rato o dejarlo que “haga sus cosas” él solo? Dejarlo llorar o no? Darle papillas o BLW? Hacerle estimulación o “movimientos libres”? y a parte de esas, muchísimas otras más decisiones que uno como padre tiene que tomar para criar de la mejor manera a su hijo, y así después no tener que lidiar con problemas de autoestima, aislamiento, depresión, etc. generados por una “mala crianza”.

Por eso digo que el tema de la maternidad no es tan simple como yo lo imaginaba. Pero al pasar el tiempo he ido informándome muchísimo más y es algo que me encanta. Lo que actualmente sé tan solo será un 10 % de lo que es en realidad toda la maternidad, pero no me canso de descubrir algo nuevo cada día.
Cuando salí embarazada de mi primer hijo, llegó tal cual lo esperaba, de la nada. No fue planeado porque como dije antes, no sabía que era algo que se podía decidir con exactitud. Nosotros solo dejamos las “puertas abiertas” para que suceda en cualquier momento. Y así fue, casi después de un año, llegó.
Por eso repito, no fue algo planeado, pero sí esperado, muy esperado.

Emilio, nació de 36 semanas y unos días, fue cesárea de emergencia por sufrimiento fetal. Para mí todo eso era nuevo, y para mí, lo nuevo, casi nunca es malo, es por eso que cuando me hablaron de sufrimiento fetal y que mi bebe nacería una semana antes de lo que debía, no creí  que fuera algo muy malo. 
No sabía que mi bebé tan solo por nacer una semana antes, no iba a tener los pulmones maduros como para respirar solito.
Por más que eso no fue “problema” ya que hay muchísimos bebés que nacen así, y luego se recuperan, mi hijo tenía algo más, una cardiopatía congénita que se detectó un poco más adelante y que lamentablemente solo me dejó disfrutarlo físicamente, 3 meses y 8 días.

Desde ese momento, abrí más mi mente y mi corazón a todo el tema de la maternidad, quise saber más y poder estar mejor preparada en todo sentido.
Las cosas pasaron porque así lo quiso la vida, no fue culpa de nadie, y tampoco es que se pudo “prevenir”, o actuar de diferente forma.
Nunca hay que arrepentirse de no haber hecho algo y menos cuando ya pasó y simplemente no hay marcha atrás, eso dicen, y es lo que trato de hacer, pero sí me arrepiento de no haber tenido antes, con Emilio, ese interés tan grande hacia la maternidad, como lo tengo ahora. No lo hubiera disfrutado más, pero sí diferente, es lo que creo. El tiempo que estuvo aquí le di todito de mí, pero me hubiera encantado saber cómo darle mejor de comer, o cómo hacer que disfrutara aún más el baño, cómo hacerle sus masajes para que se le vayan más rápido los gasecitos, etc.
Él fue y es un niño feliz, lo sé, porque aunque no lo vea, lo siento.

Cuando Emilio se puso sus alitas y voló, yo me propuse llenarme de información sobre la maternidad y prepararme durante muchos meses para tener a un próximo bebé. Tenía que estar emocionalmente y físicamente lista para poder darle vida a otro pequeño ser.  Pero como ya muchos lo saben, la vida me había puesto semanas antes a ese pequeño ser en el vientre, y es así como 11 meses exactos después, nació Emma, mi segunda hija.

Si bien la llegada de Emma no me dio tiempo de prepararme “antes de”, esos 9 meses de embarazo me sirvieron para conocer más el tema de la maternidad y leer sobre los métodos de crianza que existían y decidir el que mi esposo y yo íbamos a usar.
Conforme pasaron los días me di cuenta que esto de la maternidad me gustaba y mucho. A pesar de que a veces me estreso y la poca paciencia que tengo se convierte en un “quiero salir corriendo de aquí”, doy unos respiros o le paso la posta a mi esposo y cuando regreso a ver a Emma, me doy cuenta que Emilio y ella son lo mejor que me ha pasado en la vida.

Para variar, no pude prepararme para el próximo hijo que tenía pensado tener de aquí a unos 4 años, y por un “no pasa nada”, y creer que lo tenía todo bajo control, aquí estoy nuevamente, por tercer año seguido, embarazada de 5 meses esperando a mi tercer hijo o hija, aún no lo sabemos.
Lo que por ahora tengo clarísimo es que necesito investigar más sobre mis métodos de preparación al embarazo (pre) y no confiarme de lo que sé.

Si con la llegada de Emma no estaba lista, con este bebe menos, pero por lo menos me siento más capaz y más madura maternalmente hablando, como para poder criar al mismo tiempo a tres hijos, dos físicamente.

Las cosas no han salido como mi esposo y yo las planeamos, para nada, además nuestra familia numerosa se adelantó un poco bastante quizás.
A pesar de que todo haya ocurrido tan rápido en nuestra vida, estamos contentos y preparados para lo que se viene.
Yo me siento lista y con muchas fuerzas para ser una súper mamá.
Es lo que yo decidí ser, es lo que siempre quise, y estoy orgullosa de la familia que estoy formando.

Entiendo que haya personas que no piensan igual, que seguro tienen planes muy distintos en sus vidas, y que el tener hijos es su última opción. Y eso no quiere decir que estén mal, para nada, pero yo tampoco lo estoy. Si mi decisión fue y es el tener una familia grande, ese no es problema de nadie más que de mi esposo y mío.
Nadie nos da nada ni nos regala nada. Nosotros criamos a nuestros hijos, y les damos todo lo que necesitan, gracias a Dios.

Es por eso que mi esposo y yo estamos muy felices del camino por el que vamos. Por mi lado, veo a mis hijos y me siento muy orgullosa de lo que estoy haciendo.

Soy una mamá joven, con 3 hijos. Emilio que está en el cielo y se lleva 11 meses exactos con Emma, mi bebé arcoíris, y ella se llevará 1 año y unas semanas con el tercer bebé que está en mi panza.

Amo a mi familia y a pesar de que estos embarazos son muy riesgosos por el poco tiempo que se llevan entre sí, estoy segura que todo saldrá muy bien y ahora sí, no se preocupen, que de aquí a unos 4 años tal vez piense en tener al 4to bebé, si es que nuestras condiciones lo permiten, claro, por ahora no quiero pensar en eso.


Soy una madre joven feliz y mi sueño, poco a poco se va cumpliendo.  




No hay comentarios:

Publicar un comentario