Hola, de nuevo

Hace mucho tiempo que no escribía un Post, y me da mucha pena, y es que los últimos escritos que publiqué, conllevaron problemas con casi todo mi entorno. ¿Por qué? No lo sé. Jamás terminaré de entender a todas las personas por más cercanas a mí que sean. Sin embargo, hubo otras que si bien no compartían algunos puntos de vista que yo tenía, me apoyaron y aún me acompañan y saben que si soy feliz y todo está bien, no hay de qué preocuparse o por qué esmerarse en hablar mal o lastimarme con actitudes de indiferencia.

Casi todos los días cometo el mismo error de tratar de poner una gran sonrisa en mi cara frente a “esas personas”, cuando en realidad me siento mal y lo único que me dan ganas de decirles es : “¿Tú crees que esa actitud ayuda en algo? ¿Qué acaso te jode verme feliz? Si bien no tomé el camino correcto ¿Quién m*** eres para juzgarme y castigarme con tu indiferencia?

¡Pero ya no más!

Lo verdad de todo esto es que a las únicas personas a las que les debo explicaciones y/o méritos para volver a ganarme su cariño, son mis padres; nadie más. Pero NADIE. Y  lo gracioso es que, hay algunos que se toman atribuciones que no les corresponde, y creen que yo voy a tolerar eso. Lo siento, pero están muy equivocados.

Me alegra saber si quiera que estoy en la mente de esas personas que solo quieren hacer daño, ya sea para hablar mal de mí, o qué se yo, pero por lo menos se toman el tiempo de, valga la redundancia, darme un tiempo en sus pensamientos. Así que sigan así nomás, con confianza, porque por cada mal comentario o “mirada de desprecio” que tengan hacia mí, yo eso lo usaré para simplemente hacerme más fuerte y abrir bien los ojos (más) y darme cuenta de cuánto valen realmente ustedes.

Yo seguiré escribiendo, y me importan un bledo los malos comentarios  que nada tengan que ver con lo que escribo.
Y a los que siempre me han leído y lo siguen haciendo sin ninguna mala intención, muchísimas gracias. Son ustedes los que alegran mi vida día a día.