Fin del capítulo

(Primer mes - Segundo mes):

Qué bien la paso! Es muy alegre, cariñoso, atento, detallista, me escucha, etc.
Me llama para preguntarme cómo estoy, si es que necesito algo, y también para decirme lo mucho que me quiere.
Mi tiempo lo dedico a estudiar, salir con mis amigas y salir con él, todo es perfecto.
Cuando hablamos por teléfono me dice que elija un color, cualquiera, así sea el color más rebuscado. Cuando nos vemos me sorprende con una rosa del color que escogí, también me ha regalado un par de aretes, pulseras, anillos, oh…es tan tierno.
Los viernes por la noche nos vamos al Starbucks y los sábados al cine, de vez en cuando también voy a su trabajo para comer juntos. No nos vemos más porque mis padres aún no saben de nuestra relación. Soñamos con que ya sepan de nosotros para poder vernos un poquito más.

Tengo miedo de que esto no funcione, se lo dije e intenté terminar con él pero me dijo que luche, que sí se puede y que no me tire para atrás. Pienso que tiene razón, así que seguimos para adelante.
Todo va tan bien…

(Tercer mes – Quinto mes):

Ahora todos saben que estamos, mis padres también, fue complicado pero ya pasó lo peor. Por fin podemos salir un poco más, que bien.
Daniel cree que debería “prestarle más atención”, indirectamente me ha dicho que deje de salir con mis amigas; pero si casi ni lo hago…bueno, a pesar de que yo le dije que salga con sus amigos, él no lo hace, debe ser por eso que tampoco quiere que yo lo haga…pero, pero… está bien, dejaré de hacerlo.
Ahora mis amigas dicen que soy una ingrata, no sé qué responder.
Muchas veces Daniel se da un salto a mi casa en cualquier momento del día y me trae un postre, mmm tartaletas, sabe que son mis favoritas, que lindo es.
Ya no me manda correos como antes, pero no importa, así está bien.
Hemos tenido varias discusiones, especialmente una muy grande. Habíamos planeado algo y al final no se pudo realizar, no era nada importante, sin embargo él reaccionó mal y me dijo:

-      -Arruinaste mi vida, la de mis padres y la de mi hija.

Eso me dolió mucho, no tenía nada que ver con el tema y no sé cómo pudo ser capaz de decirme eso, pero bueno, lo hizo. Obviamente terminé con él, pero después de un par de días de pedirme perdón, acepté regresar, lo sé, soy una tonta.

(Sexto mes – Séptimo mes):

Cuando me llama, él habla, habla y no para de hablar, yo lo escucho, pero él no a mí.
Ya no nos vemos mucho, dice que tiene mucho trabajo y que también debe estar con su hija, algo que me parece bien, pero, ¿dónde quedo yo?
Ya no me regala rosas, solo cuando discutimos o cumplimos otro mes, no me trae postres, no viene a visitarme, no me presta atención, no me da cariño.
Me ha hecho llorar un par de veces, y ninguna le importó, no me consoló. Hemos terminado seis veces, y siempre regresa pidiéndome perdón; yo sé que lo va a hacer, por eso lo uso como una forma de demostrarle que aún soy fuerte.
Le he pedido miles de veces que vuelva a ser como antes, él dice que yo no lo dejo, que es mi culpa, pero no sé por qué.
Ahora me dice que debo salir más con mis amigas, y que no le escriba tanto; no lo entiendo, en los primeros meses el me pedía lo contrario.
Había un helicóptero de juguete que él quería, se quejaba porque no podía comprarlo ya que tenía que pagar cuentas de aquí de allá, comprar cosas para su hija, etc. Yo le dije que me gustaría comprarlo pero que no tenía mucho dinero aún, a lo que él respondió que no me preocupara, pero que sería bueno que ahorre.

-      -Si hubieras ahorrado un sol diario desde que estamos, ya me hubieras podido comprar el helicóptero.

Quise demostrarle que sí lo podía comprar, así que una vez que tuve el dinero, lo hice.
El día que se lo iba a dar, terminó conmigo. Lloré y le di un abrazo, pero él no a mí, tampoco me escuchaba, solo me daba la espalda, fue horrible. Me sentí humillada, así que agarré mi helicóptero y regresé a casa.
Una hora después de todo lo ocurrido, me llama y me dice para vernos, Una vez que nos encontramos, hablamos, me pide disculpas y me dice que no me quiere perder. Lo perdono y seguimos siendo novios.

(Finales del Séptimo mes – Casi Octavo mes):

Ya no sé qué hacer, no me siento bien, las cosas han cambiado tanto.
Siempre reniega, no es cariñoso, no es atento, no es detallista y nunca me escucha. Pero me he acostumbrado tanto a él, luché tanto para que todos acepten nuestra relación, y di todo de mí, que me da pena terminarle.
Todas las noches rezo y le pido a Dios lo siguiente:

-      -Si es que realmente debo seguir con esto, haz que Daniel cambie, que vuelva a ser el mismo de antes. Pero si es lo contrario, dame fuerza a mí para poder ponerle punto final a la relación. Pon en mi camino a alguien, alguien que también me dé fuerza, alguien que me escuche, que me entienda y me haga nuevamente feliz. Gracias.

Han pasado varios días y Daniel no ha cambiado, no sé por qué pero me siento más fuerte, creo que es el momento, se lo diré mañana.

Sábado 17 de Diciembre del 2011:

He conocido a alguien, es muy lindo, le he contado mis cosas y me ha escuchado atentamente. Conversamos bastante y nos reímos de cualquier tontería, es tan parecido a mí; que bien la estoy pasando…

Jueves 5 de Enero del 2012:

Ya van casi tres semanas desde que terminé con Daniel. Me ha buscado, me ha llamado y me ha mandado cosas, sin embargo yo ahora soy fuerte y no pienso volver a caer en lo mismo. Capítulo cerrado.
Ahora soy feliz.

Gracias Dios por escucharme y elegir lo mejor para mí, y gracias a ti también G.