Mi vida en una casa de reposo

Ha pasado tanto tiempo desde que mi vida cambió bastante y empecé a vivir en una casa de reposo debido a mi condición que es degenerativa y yo ya no podía darle mi 100% a mi Fernanda que estaba cuidando yo sola. Fue una decisión difícil de tomar pero no negaré que fue lo mejor pensando en el bienestar de mi hija. Sí me chocaron los primeros días porque yo estaba acostumbrada a hacer casi todo yo sola y eso me gusta.

Lo bueno es que en esta casa de reposo piensan igual y me dejan hacer todo lo que pueda sin ayuda.

Hace una semanas Amanda se fue al cielo( ya lo contaré en otra historia) y me cambié de casa de reposo casi en simultáneo. 

Podría decir que el cambio ha sido para mejor salvo el que hay más pacientes y ya no tengo tanta privacidad. 

Como cuando estaba en el albergue, sé que son etapas pero a veces me hacen querer tirar la toalla cuando viene todo de golpe.

Por eso lo hago poco pero sigo compartiendo en mis redes y recibir esos comentarios tan motivantes donde me dan fuerzas y me animan a seguir, me ayudan a no darme por vencida. 

Justo ayer en una charla de psicología mencionaron eso de no darse por vencida y hacer lo que te gusta para estar bien, y sabiendo que tengo a Emilio y Amanda acompañándome con el corazón, me impulsó a compartir por acá además que aquí puedo expresar todo lo que siento y compartirles lo que estoy viviendo.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Fernanda, mi 4ta hija

Viviendo en un albergue