Yo pensaba que jamás me iba a pasar, que siempre iba a ser la misma, sobretodo porque aún soy joven, recién cumpliré 24.
Y si bien hace 3 o 4 años jamás me ví en un futuro tan cercano con tantos hijos, siempre estuvo en mis planes tener bebés; pero eso sí, yo estaba segurísima que iba a ser la misma, por fuera y por dentro.
Y hoy, casi tres semanas después de haber dado a luz a mi tercera hija, me miro al espejo y me doy cuenta que no soy para nada lo que era antes.
Y lo "gracioso" es que con cada embarazo fui cambiando de a pocos, pero todo pasó tan rapido que no tuve ni tiempo de detenerme y verme a mí misma, a mi yo externo e interno.
Veo a mis hijitos y me siento súper orgullosa y feliz porque gracias a mí están aquí. YO los parí, o por lo menos, yo fui "abierta por la panza" para que nacieran. YO los tuve en mi vientre por casi 9 meses. YO los soñé y los hice realidad. YO los crío. YO soy su madre.
Pero cuando me miro a mi misma, no me gusta lo que veo. Soy mamá, sí. Pero qué hay de mi YO mujer?
Me siento y me veo más cansada, por tantas preocupaciones en la cabeza ya no tengo ni tiempo para soñar y pensar en tonterías que me hacían sonreir. Los comentarios malintencionados de algunas personas me afectan mucho y me hacen sentir que soy mala en lo que hago. No tengo ni fuerzas para enfrentarme.
Físicamente, tengo la panza llena de estrías y media "aguada". Me han crecido más las caderas. Para lo que yo era antes, aún tengo unos kilos de más. Me duelen los pechos. Estoy ojeroza.
Realmente, no me gusto para nada como estoy ahorita. Sin embargo, sé que todo esto es por tener a mis 3 pequeños amores, esos para los que yo siempre seré perfecta en todos los sentidos.
Mi cuerpo y todo mi yo interno se dieron y se dan al 100% por ellos. Y es por eso que en vez de mirarme frente al espejo y ponerme triste por no ser lo que era antes, sonrío porque en el fondo (así sea muy en el fondo) ellos y yo sabemos lo que realmente soy.
"Eres perfecta. Estás cansada porque siempre estás haciendo cosas por tu hogar y por tus hijos. Los que te critican y te juzgan, solo lo hacen porque te envidian. Eres fuerte y luchadora.
Tu cuerpo cada día es más hermoso, con él diste vida y lo usaste para alimentar esas vidas.
Tu rostro, con o sin ojeras, sigue siendo el más bello. Cada kilo de más es un kilo más de perfeccion.
Eres única. Gracias por haber cambiado tu vida y tu cuerpo por el milagro de la vida"
Esas son unas pocas de las muchísimas verdades que una mujer que se inicia en el mundo de la maternidad siempre debe escuchar.
Cuando nos sentimos inseguras en esta nueva etapa, es muy reconfortante que te digan palabras que te suban el ánimo, y no lo contrario.
En mi caso, cada vez que me veo frente al espejo, me repito una y otra vez "eres perfecta, eres perfecta" porque aunque no me guste lo que veo, sé que es cuestión de "acostumbrarme" a este nuevo yo de ahora. Y seguro también en unos meses vuelva a tener un poco de lo de antes, o quiza cosas nuevas, pero por ahora, hoy, sé que soy perfecta. Y así me cueste creerlo....sí, soy perfecta.
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